martes, 18 de diciembre de 2012

Texto argumentativo


Tercera edad en la sociedad actual

            La tercera edad, es un sector en nuestra sociedad que es muchas veces olvidado por el resto de la sociedad. Esto crea que no sea muy fácil para ellos vivir en ciudades grandes y también no lo tienen muy fácil salir de casa a dar una vuelta como a una persona le gusta hacer. Pero estos son dos puntos de los muchos que hay causados por este mismo problema.

            Un punto que me parece muy importante es el tema de las ciudades grandes e importantes en nuestro mundo. Claro, los que ahora son de la tercera edad pueden haber vivido en una ciudad como Barcelona mucho tiempo, y ahora el cambio de cómo era antes a ahora, ha sido muy drástico y ha hecho imposible que puedan seguir viviendo donde han vivido toda su juventud y donde han tenido todas sus memorias.

            Otro punto importante que esta reflejado parte por este tema, es la crisis con relación a ellos. Nosotros mismo, y nuestros padres podemos ser bastantes egoístas con ellos cuando, son ellos los que nos han cuidado ha nosotros mientras crecíamos, y claro, para ellos tener que gastar todo su dinero y tiempo y esfuerzo hacía nosotros porque lo estamos pasando mal por épocas como estas, yo diría que es injusto hacia ellos. Pienso esto porque ellos ya han dedicado su vida de adultos a nosotros, así que porque deberíamos aprovecharnos de ellos cuando somos nosotros que lo pasamos bien, en verdad, deberíamos querer que pasen sus últimos años viviendo bien. No digo esto por todas las familias, pero un porcentaje bastante grande de los ciudadanos que no tienen trabajo.

            El último punto vendría a ser el respeto hacia ellos. Esto tiene mucho que ver con que nos olvidemos de ellos, nos olvidamos que gracias a ellos tenemos mucho de lo que tenemos. Debería haber mucho mas respeto en nuestra sociedad hacia los mayores, hacia la tercera edad en nuestra sociedad. Este punto se refleja en como ha cambiado nuestra sociedad y como ahora los ciudadanos han perdido bastante respeto y no es como era la educación antes.

            Mi conclusión es que, la experiencia, la cultura y la tragedia que han vivido la tercera edad de hoy en día es impresionante. Han pasado por gran guerras y gracias a esto tienen muchísimo conocimiento, pero nosotros nos olvidamos, deberíamos intentar mejorar nuestra sociedad.  

domingo, 16 de diciembre de 2012

Doña Perfecta, guión capitulo XXI




Carolina Alabern

Doña Perfecta
Guión
Capítulo XXI


Argumento

        Este capítulo de la novela trata de que han habido noticias en Madrid sobre Orbajosa. Varios amigos de Doña Perfecta junto a ella misma empiezan una conversación sobre la situación actual de Orbajosa y sus temores por el pueblo. Vejarruco propone un plan pero ninguno de ellos esta de acuerdo.

Sinopsis

        Las noticias en Madrid empiezan a estresar a los ciudadanos del pueblo de Orbajosa, así vemos en este capítulo con los personajes como Doña Perfecta. Las noticias reflejan que allí prevalecía la paz, pues las rebeliones se desarrollaban a los alrededores únicamente.

        Varios amigos junto a Doña Perfecta tienen una conversación sobre este tema, unos mas que otros se defienden por lo que piensan. Se podría decir que básicamente la conversación que tienen es sobre la situación actual crítica de Orbajosa, como el mayor temor radicaba en la suposición de que el pueblo se convirtiera en hereje, sería corrupto y la metalidad de la gente cambiaría. Verrajuco propone matar al rey, porque el cree que es el que causa todos los problemas, pero Doña Perfecta e Inocencio se niegan hacer algo así. Ahora el plan de ellos sería sublevarse y levantarse en armas para impedir el control y malas costumbres que ellos creen que lleva el gobierno.  

        Al principio Caballuco se niega a colaborar porque dice que ha prometido al gobernador no crear ninguna pelea ni ningún problema que tenga que ver con él, pero ya hacia el final acepta que es lo que debe hacer para Doña Perfecta.
       

Escaleta

        Hay solo una escena porque todo pasa en una duración corta de tiempo dentro de la casa de Doña Perfecta durante el día.  
Tratamiento

        En este capítulo, se toma a cabo una discusión sobre la situación actual de Orbajosa, ya que hace muy poco han salido unas noticias en el periódico sobre este pueblo de cómo era antes, de cómo era muy tranquilo y había paz. Doña Perfecta empieza la conversación con una indirecta sobre los soldados del pueblo, le pregunta a Caballuco si es verdad que le han dado bofetadas los soldados a él. Caballuco responde muy seguro pero muy enfadado repitiendo que a él le han dado bofetadas como sí no hubiera hecho nada malo, y le hubieran dado las bofetadas a propósito. Doña Perfecta le contesta diciéndole que es lo que ha oído y que ella lo creía, también dice que los militares se creen mucho, y que hasta que les escupan los militares a los hombres ellos se sentirán honrados solo por la saliva.

        Ramos interrumpe la conversación con un tema un poco mas diferente al de la conversación de los dos. Empieza diciéndole a Doña Perfecta que a parte del respeto que le debe a ella, porque es como una reina para él… interrumpe Doña Perfecta para que Ramos ya diga lo que tiene que decir en vende de enrollarse, sigue hablando Ramos. Él le dice. Expresándose con mucha dificultad, que lo de la bofetada es una columnia, sigue diciendo que todos hablan de él, de lo que hace, y todo porque quieren tomarle por figurón para que revuelva el país. Acaba diciendo que puede ser lo que quiera, pero que nadie le puede ganar como caballero.

        Doña Perfecta le pide al Cid Campeador si cree que en Orbajosa ya hay un solo hombre que tenga vergüenza, el Señor Penitenciario le responde diciendo que esa es una grave opinión. Licurgo y los tres labradores se ríen a la respuesta del señor Penitenciario. Doña Perfecta continua la conversación hablando sobre los soldados y las nuevas autoridades. A Frasquito le parece muy bien lo que dice la señora, y dice que es como el oro. Empiezan a tener una conversación sobre el gobernador y sobre si Frasquito le ha dado su palabra, pero él dice que no. Él dice que la religión ya no tiene defensores. Doña Perfecta le responde diciendo que allí estaba el gran Cristóbal Ramos. La señora le dice al Señor Pasolargo que esa noche le mande allí a su hijo por si acaso algo pasara, ella tiene miedo de que le maten a ella y a su hija.

        Todos se levantan, Cristóbal le pide si es una broma, ella le responde diciendo que no se siente muy segura en su casa, y que su vecino no lo esta así que ella menos, dice que no puede dormir en toda la noche por el miedo. Frasquito le contesta diciendo que con el Señor Caballuco basta y sobra.

        Doña Perfecta se pone nerviosa y empieza a decir que a lo mejor le van a asaltar su casa, o llevarse a su hija o matarle a ella misma. Empieza a llorar y Don Inocencio la intenta calmar, él dice que no piense con tanta antelación que a lo mejor no pasara nada de lo que dice.



        Todos se preguntan quien los envía, Penitenciario dice que no le pregunten y que se vayan porque no es el mejor momento pero a Doña Perfecta no le importan, dice que esta muy contenta con su compañía y que es un gran consuelo para ella.

        Licurgo empieza hablar de él, de que no parece mala persona, que cuando lo conoció le tuvo como grandísimo. Doña Perfecta dice que no quiere que hablan mal de él delante suyo porque aun que tenga muchas faltas, la caridad les prohíbe hablar de ellas.

        Don Inocencio no piensa igual que Doña Perfecta, dice que eso no les impide contra los malos. Doña Perfecta grita que se defenderá como pueda. Cristóbal interrumpe, dice que porque tanto ruido para nada, por una persona como él, dice que mandara a su sobrino, que es de trece años, aquí vemos un rasgo de cómo de diferente era la vida antes, dice que lo mandara para guardar la casa. Doña Perfecta se enfada, dice que no se asusta de ‘’fantasmones’’, le llama un cobarde y dice que le cortará la cabeza al señor Rey.

        A Don Inocencio no le parece muy buena esta idea que dice la señora, pero luego ella dice que le horroriza tan solo pensar en matar a alguien, le dice que desde que ha querido ser valiente lo único que ha hecho es aullar como un lobo carnicero, le dice que se vaya.

        Cristóbal pregunta preguntas retóricas, diciendo a ver si no era que la señora tenía miedo, y a ver si decía que le iban a atropellar la casa, que le iban a robar la niña… ella lo acepta.

        Cristóbal Ramos se disculpa a la señora, y dice que solo lo ha de hacer un solo hombre. Ella dice que no es solo él. Empiezan hablar de que el día de ayer se llevaron engañada a la hija mas joven de Julián, y que no se atrevió a casa, la encontraron llorando y descalza alado de una fuente. Frasquito comenta diciendo que pobre de él, de don Gregorio, también dicen que le robaron todo el dinero que tenían en su casa y que cuando le preguntaron a los soldados y ellos lo negaron.

        Doña Perfecta se siente mal por Orbajosa, dice que la ciudad a entrado en desgracia. Cristóbal da un salto y empieza hablar sobre que dio su palabra al Gobernador y que él venía con un buen fin. Cristóbal le prometió que no crearía guerras y ect. Doña Perfecta le dice que se ha sofocado y que ellos le traigan un vaso de agua. Obviamente no esta muy contenta con la situación.






¡Desperta, ferro!
ESCENA 1 - INTERIOR - CASA - DÍA


DOÑA PERFECTA

-Aquí está el personaje¡ Parece mentira que se hable tanto de un hombre de tan poco vale! Dime Caballuco: ¿es verdad que te han dado de bofetadas unos soldados esta mañana?
CABALLUCO

(Levantándose indignado, como si hubiera recibido el más grosero insulto)
- ¡A mí! ¡A mí!
DOÑA PERFECTA

-Así lo han dicho ¿No es verdad? Yo lo creí, porque quien es tan poco se tiene… Te escupirá, y tú te creerás honrado con la saliva de los militares
RAMOS

(Vociferando con energía)
-¡Señora! Salvo el respeto que debo a usted, que es mi madre, más que mi madre, mi señora, mi reina… pues digo que salvo el respeto que debo a la persona que me ha dado todo lo que tengo… salvo el respeto…
DOÑA PERFECTA

-¿Qué?... Parece que me vas a decir mucho y no me dices nada






RAMOS

(Añadiendo, expresándose con extraordinaria dificultad)
-Pues digo que, salvo el respeto, eso de la bofetada es una calumnia. Todos hablan de mí, que si entro o salgo, que si voy, que si vengo… Y todo ¿por qué? Porque quieren tomarme por figurón para que revuelva el país. Bien está Pedro en su casa, señoras y caballeros. Yo seré bruto, pesado, ignorante, querencioso, testarudo y todo lo que quieran; pero a caballero no me gana nadie.
DOÑA PERFECTA

(Diciéndolo con el mayor desprecio)
-Lástima de Cid Campeador. ¿No cree usted, como yo, señor Penitenciario, que en Orbajosa no hay ya un solo hombre que tenga vergüenza?
SEÑOR PENITENCIARIO

(Apoyando su mano en su barba sin mirar a su amiga)
-Grave opinion es esa, pero se me figura que este vecindario ha aceptado con excesiva sumisión el pesado yugo del militarismo
(Licurgo y los tres labradores se ríen con toda su alma)
DOÑA PERFECTA

-Cuando los soldados y las autoridades nuevas nos hayan llevado el último real, después de deshonrado el pueblo, enviaremos a Madrid, en una urna cristalina, a todos los valientes de Orbajosa para que los pongan en el museo o los enseñan por las calles.
FRASQUITO GONZÁLEZ

-¡Viva la señora! Lo que ha dicho es como el oro. No se dirá que por mí no hay valientes, pues no estoy con los Aceros por aquello de que tiene uno tres hijos y una mujer y puede suceder cualquier cosa; que si no…
DOÑA PERFECTA

-¿Pero tú no has dado tu palabra al Gobernador?
FRASQUITO GONZÁLEZ

-¿Al gobernador? No hay en todo el país un tunante que más merezca un tiro. Gobernador y Gobierno, todos son lo mismo. El cura nos predicó el domingo tantas cosas altisonantes sobre las herejías y ofensas a la religión que hacen en Madrid… ¡Oh! había que oírle… Al fin dio muchos gritos en el púlpito, diciendo que la religión ya no tenía defensores.
DOÑA PERFECTA

-Aquí está el gran Cristóbal Ramos dando fuerte palmada en el hombro del Centauro, monta a caballo; se pasea en la plaza y en el camino real para llamar la atención de los soldados; venle éstos se espantan de la fiera catadura del héroe y echan todos a correr muertos de miedo.  Señor Pasolargo, esta noche, mandé me acá a su hijo Bartolomé para que se quede aquí, bien podrá suceder que el mejor día amanezcamos mi hija y yo asesinadas.
TODOS

(levantándose todos)
-¡Señora!
CRISTÓBAL RAMOS

-¡Señora! ¿Eso es broma o qué es?
DOÑA PERFECTA

-Señor Vejarruco, señor Pasolargo, no estoy segura en mi casa. Ningún vecino de Orbajosa lo está, y menos yo. Vivo con el alma en un hilo. No puedo pegar los ojos en toda la noche.
LICURGO

-Pero, ¿quién, quién se atreverá…? Vamos que yo, viejo y enfermo, seré capaz de batirme con todo el Ejército español si tocan el pelo de la ropa a la señora…
FRASQUITO GONZALEZ

-Con el señor Caballuco basta y sobra

DOÑA PERFECTA

-¡Oh! No, no ven ustedes que Ramos ha dado su palabra al Gobernador. Me basta un cobarde, con tal que no haya dado palabras. Quizás pase yo por el trance de ver asaltada mi casa, de ver que me arrancan de los brazos a mi querida hija, de verme atropellada e insultada del modo más infame…  
(empieza a llorar)
DON INOCENCIO

-¡Señora, por Dios, cálmese usted! Vamos, no hay motivo todavía. También es preciso un poquito de resignación para soportar las calamidades que Dios nos envía.
TODOS

-Pero ¿quién los envía, quien?
PENITENCIARIO

-Vaya, no la molesten ustedes con preguntas inoportunas. Pueden retirarse
DOÑA PERFECTA

-No, no, que se queden. La compañía de mis buenos servidores es para mí un gran consuelo
EL TÍO LUCAS

-Maldita sea mi casta, si todos estos gatuperios no son obra del mismísimo sobrino de la señora
LICURGO

-Desde que le vi en la estación de Villahorrenda y me habló con su voz melosilla y sus mimos de hombre cortesano le tuve por un grandísimo… no quiero acabar por respeto a la señora… Pero yo le conocí… le señale desde aquel día, y no me equivoco, no. Se muy bien, que por el hilo se saca el ovillo, por la muestra se conoce el paño y por la uña el león.


DOÑA PERFECTA

-No se hable mal en mi presencia de ese desdichado joven. Por grandes que sean sus faltas, la caridad nos prohíbe hablar de ellas y darles publicidad.
DON INOCENCIO

-Pero la caridad no nos impide percatarnos contra los malos; y de eso se trata. Ya que han decaído tanto los caracteres y el valor en la desdicha Orbajosa; ya que este pueblo parece dispuesto a poner la cara para que escupan en ella cuatro soldados y un cabo, busquemos alguna defensa uniéndonos.
DOÑA PERFECTA

-Yo me defenderé como pueda. ¡Hágase la voluntad del señor!
CRISTÓBAL RAMOS

-Tanto ruido para nada… ¡Por vida de…! ¡En esta casa son de la piel del miedo! … No parece sino que el tan don Pepito es una región de demonios. No se asuste usted, señora mía. Mi sobrino Juan, que tiene trece años, guardará la casa, y veremos, sobrino por sobrino, quién puede más.
DOÑA PERFECTA

-Ya sabemos todos lo que significan tus guapezas y valentías. ¡Pobre Ramos; quieres echarla de bravucón, cuando ya se ha visto que no vales para nada! Ramos, no me mires así. Ya sabe que no me asusto de fantasmones. ¿Quieres que te hable de una vez con claridad? Pues eres un cobarde. ¡Le cortaré la cabeza al señor Rey! ¡Que desatino! Eres tan bruto como cobarde.
DON INOCENCIO

-¡El homicidio! ¡Qué atrocidad! Ese hombre está loco
DOÑA PERFECTA

-¡Matar!... La idea tan sólo de un homicidio me horroriza, Caballuco. ¡Pobre hombre! Desde que has querido mostrar valentía, han aullado como un lobo carnicero. Vete de aquí, Ramos; me causan espanto.
CRISTÓBAL RAMOS

-¿No dice la señora que tiene miedo? ¿No dice que atropellaron la casa, que robaran la niña?
DOÑA PERFECTA

-Si, lo temo
CRISTÓBAL RAMOS

Y eso ha de hacerlo un solo hombre. Eso lo ha de hacer don Pepe Poquita Cosa con sus matemáticas. Hice mal en decir que le rebanan el pescuezo. A un muñeco de ese estambre se le coge de una oreja y se le echa de remojo en el río.
DOÑA PERFECTA

-Sí, ríete ahora, bestia. No es mi sobrino solo quien ha de cometer todos esos desafueros que has mencionado y que yo temo, pues si fuese él solo no le temería. Con mandar a Librada que se ponga en la puerta con una escoba… bastaría. No es él solo, no.
CRISTÓBAL RAMOS

-¿Pues quién?
DOÑA PERFECTA

-Hazte el borrico. ¿No sabes tú que mi sobrino y el brigadier que manda esa condenada tropa se han confabulado?
CRISTÓBAL RAMOS

-¡Confabulado!

LICURGO

-Que están de compinche
VEJARRUCO

-Ayer unos soldados se llevaron engañada a la hija más chica del tío Julián, y la pobre no se atrevió a volver a su casa; mas la encontraron llorando y descalza junto a la fuentecilla vieja, recogiendo los pedazos de la cántara rota.
FRASQUITO GONZÁLEZ

-¡Pobre don Gregorio Palomeque!, el escribano de Naharilla Alta. Estos pillos le robaron todo el dinero que tenía en su casa. Pero el brigadier, cuando se lo contaron, contestó que era mentira.
DOÑA PERFECTA

-¿Y qué se sabe de Francisco Acero?. Sentiría que le ocurriera algún percance. Dígame usted, don Inocencio: ¿Francisco Acero no nació en Orbajosa?
DON INOCENCIO

-No: él y su hermano son de Villajuán.
DOÑA PERFECTA

-Lo siento por Orbajosa. Esta pobre ciudad ha entrado en desgracia. ¿Sabe usted si Francisco Acero dio palabra al Gobernador de no molestar a los pobres soldaditos en sus robos de doncellas, en sus ireligiosidades, en sus infames felonías?
(Cristóbal Ramos dio un salto, ya no se sentía punzadas, sino herido por atroz sablazo)










CRISTÓBAL RAMOS

-Yo di mi palabra al Gobernador porque el Gobernador me dijo que venían con buen fín. Le prometí que ni yo ni ninguno de mis amigos levantaremos partidas en tierra de Orbajosa… A todo el que ha querido salir porque la retozar la guerra en el cuerpo. Pero tengo mucha gente honrada, sí, señora, y buena y valiente que está desperdigada por los caserío y las aldeas, por arrabales y montes, cada uno en su casa, ¿eh? Y echando a correr a caballo o a pie para ir a donde yo les mande… Y no porque la di, y si no salgo es porque no quiero salir, y si quiero que haya partidas las habrá, y si no quiero, no; porque yo soy quien soy, el mismo hombre de siempre, bien lo saben todos… Y digo otra vez que no vengan al revés, ¿estamos? Y si quieren que salga me lo declaren con toda la boca abierta, porque para Bien eso nos ha dado Dios la lengua, para decir esto y aquello.
DOÑA PERFECTA

(Con bondad)
-Te has sofocado como aquellos oradores republicanos que venían a predicar aquí la religión libre, el amor libre y no sé cuántas cosas libres… Que te traigan un vaso de agua.
DON INOCENCIO

-Ahora tráeme otro a mí, Librada. También tengo un poco de fuego dentro.