Escritor medieval que fue primer poeta en lengua
castellana con nombre conocido. Nació el año 1196 en Berceo y murió el año
1264. Fue clérigo y vivió en el monasterio de San Millán de la Cogolla
(Logroño), donde se ordenó sacerdote. Estudió en la Universidad de Palencia
donde consiguió su título de maestro. Es el primer representante del llamado
«mester de clerecía» Berceo inauguró la senda de la poesía erudita, en
contraposición con la desarrollada por la poesía épica popular y la de los
juglares.
Sus obras, escritas en cuaderna vía (estrofa de cuatro
versos alejandrinos monorrimos) como era habitual en el «mester», son
estrictamente religiosas y se suelen clasificar en tres grupos: vidas de
santos, obras marianas y obras de temática religiosa más amplia, de tipo
doctrinal.
Con el mester de Clerecía nacela conciencia de autoría.
Gonzalo de Berceo, primer poeta castellano, abandonó el anonimato propio de la
épica y proclamó orgulloso su nombre ‘’Yo, el maestro Gonzalo de Berceo llamado’’.
Como otras producciones del mester de clerecía, los
textos de Berceo responden a un plan de la Iglesia: el IV Concilio de Letrán
determinó la necesidad de una cambio de educación tanto de clérigos como de
laicos; era preciso instruir sobre todo al bajo clero, ignorante y sin
formación religiosa.
Los poemas de Berceo se dirigen a monjes, sacerdotes y
novicios, quienes transmitían la enseñanza de la doctrina cristiana a sus
fieles por medio de la predicación en lengua vernácula, tal como se estableció
Letrán.
En la producción berciana, se distinguen tres tipos de
obras: Obras hagiográficas, Obras marianas, y Obra doctrinal
Milagros de nuestra
señora
En la obra, Milagros de
nuestra señora Berceo exalta el poder mediador de la Virgen en la salvación de
las almas. La obra se estructura en dos partes: una introducción y veinticinco
milagros.
La introducción: el protagonista es
el narrador, que se identifica con el propio Berceo. Se presenta como un romero
que entra en un jardín descrito como un locus
amoenus (lugar agradable). Por alegoría, este lugar se asocia con la Virgen
María, símbolo de la recuperación del Paraíso. El romero, a su vez, simboliza
al hombre caído que anda en busca de la gracia perdida.
Milagros: Las veinticinco narraciones ejemplifican la
acción misericordiosa de María y su poder intercesor ante Cristo, y funcionan
como demostración de la doctrina expuesta en la introducción.
La Virgen María aparece caracterizada en términos
humanos: es maternal, aunque también autoritaria, fuerte y severa. En cada
relato, premia, castiga o socorre a sus devotos en peligro. Los personajes
terrenales son individuos vinculados a la Iglesia.
Es una antología de
milagros, pero esta falta de originalidad no disminuye la obra de Berceo. El
valor poético de su obra reside en la humanidad, sencillez y el realismo con
que presenta estos relatos.
El estilo de Berceo.
Berceo es un profundo conocedor de la lengua romance: usa
las formas sintácticas mas complejas y crea nuevas palabras por derivación.
Utiliza la retórica no solo como adorno de lenguaje, sino también con el fin de
dar sentido cristiano a las fuentes latinas. En sus textos abundan las
comparaciones, las bimembraciones, las metáforas, los cultismos, las
hipérboles, las anáforas, y los diminutivos. Emplea recursos juglarescos, como
el uso frecuente del vocativo y del estilo
formulario.
Adapta el contenido de su obra a las situaciones propias
de la vida cotidiana de su público relacionando lo sobrenatural y lo cotidiano.
Utiliza un lenguaje con naturalidad y frescura usando expresiones sencillas y
palabras de uso corriente y popular. Utiliza metáforas, comparaciones y
refranes relacionados con la vida de los campesinos
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