miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lazarillo de Tormes



            El Lazarillo de Tormes es la primera novela picaresca de la literatura española. Publicada en 1554, en pleno apogeo de la literatura de caballerías y romances, cuenta, en primera persona, las aventuras y desventuras de Lázaro, o Lazarillo de Tormes, desde su nacimiento y paso por diferentes amos, hasta su llegada a pregonero de la ciudad de Toledo.

Su autor es anónimo, posiblemente porque la obra supone una feroz crítica al clero y a la sociedad de la época. 

            La novela se sitúa en la España de del siglo XVI, bajo el reinado de Carlos I de España y V de Alemania, durante el apogeo del imperialismo español, iniciado por los Reyes Católicos con la conquista de América. Socialmente, España está en crisis económica por el gasto de la política imperialista y las continuas guerras. Abunda la pobreza y la miseria en las calles, apareciendo la llamada "picaresca" el modo de vida basado en la supervivencia y la lucha contra el hambre a través del ingenio y el engaño. Había numerosos vagabundos y mendigos en las calles. Hombres de todas las clases añadían títulos a sus nombres y se negaban a realizar cualquier tipo de labor manual que no consideraban a su altura. El clero estaba en una clara necesidad de reforma, y el fenómeno de los bulderos vendiendo indulgencias que garantizaban el perdón de Dios a cambio de dinero era muy frecuente. Pero también España se encontraba en la Edad de Oro de la literatura y de las artes, con el Renacimiento en pleno auge, como se ve reflejado en el breve periodo que pasa Lázaro con su amo el pintor de tambores. Todos estos acontecimientos históricos se van a ver reflejados en la novela.

            El tema principal de Lazarillo de Tormes es moral, y supone una crítica feroz al falso sentido del honor y a la hipocresía, que solo sirve a los poderosos mientras que los pobres (representados por Lázaro) pasan hambre y miseria. Uno de los mensajes de la novela es el despertar de Lázaro a la vida real, donde aprende que para progresar hay que aparentar ser virtuoso, no serlo. Esta visión desencantada sobre la vida, la sociedad y sobre todo la Iglesia, hizo pensar a los críticos en una posible autoría del Lazarillo de Tormes de un judío converso al cristianismo. Consecuencia de esta visión, el libro fue incluído en el índice de libros prohibidos por la Inquisición, que no permitió su circulación hasta que no fue expurgado de sus párrafos anticlericales.

            Toda la novela obedece a la idea de cambio, es el camino hacia la estabilidad económica que Lázaro pretende desde que es un niño. Ya su nombre resulta profético (Lázaro es en los Evangelios el hombre al que Jesús resucita a los cuatro días de su muerte), como Lázaro en la novela busca una nueva vida donde ya no pasará hambre.

La novela cuenta la vida de Lázaro pero utilizando siempre el realismo, acercándose a los temas de la vida cotidiana, y evitando la idealización de situaciones. En ocasiones roza incluso 'el naturalismo’, describiendo la realidad con sus elementos más desagradables, como en el caso del episodio de la longaniza, o las descripciones de los maltratos a Lázaro.


            El Lazarillo de Tormes se escribió entre narraciones caballerescas idealizantes y epopeyas pastoriles propias del Renacimiento, y supuso una auténtica ruptura con estos estilos, al contar una epopeya del hambre y la subsistencia a través del ingenio que le valió por su originalidad crear un nuevo género literario, la novela picaresca, caracterizada por la narración en primera persona, la inclusión del realismo, el paso por varios amos y la visión pesimista y desengañada del mundo, continuando la tradición realista de la literatura española, revitalizada entonces por La Celestina y sus continuaciones.


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